Aquí te contamos por qué debes tener un enfermero en casa
Porque tener un enfermero en casa
Desde cualquier punto de vista, todos pacientes crónicos y/o agudos con hospitalización domiciliaria deben ser manejados por un enfermero (a) con la finalidad de manejar en aras de mejorar su confort, evitando improvisaciones en el manejo de enfermedades o patológicas, que en muchas oportunidades y bajo la casuística recopilada por la IPS Salud Positiva y la evidencia de experto, estos pacientes se complican por no tener la experiencia la pericia en temas de salud, es por ello que finalmente se justifica el enfermero domiciliario no solo para su manejo sino también actuar ante cualquier evento adverso y así disminuir los riesgos de salud y la vida de nuestros usuarios.
Ahora bien, el paciente crónico es la persona que padece una o varias enfermedades crónico degenerativo esta puede ser incapacitantes – discapacitante total, parcial o permanente y/o; La Organización Mundial de la Salud (OMS) las define como “afecciones de larga duración” (más de 6 meses) «con una progresión generalmente lenta»2 y destaca cuatro tipos principales:
- Enfermedades cardiovasculares, como los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares.
- Cáncer.
- Enfermedades respiratorias crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma.
- Diabetes.
Y el paciente agudo es cuando existen condiciones que son severas y repentinas al inicio, lo que podría describir cualquier cosa, desde un hueso fracturado hasta un ataque de asma. La osteoporosis, por ejemplo, es una condición crónica, pero puede causar la fractura de un hueso, que es una condición aguda.
En este sentido, el enfermero domiciliario del Grupo Empresarial Salud Positiva S.A.S a través de los diferentes protocolos de atención realiza las siguientes actividades:
1.- Establecer un plan de manejo idóneo y personalizado para cada paciente de acuerdo con sus necesidades físicas y psíquicas.
2.- Control de signos vitales constantemente donde podemos verificar la temperatura, presión arterial, frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca, pulso, donde nos indican constantemente el estado de salud del mismo.
2.- Administrar de acuerdo al caso el tipo o clase de dieta así con la nutrición esta enteral o parenteral, que nos ayuda a mantener información oportuna, evitando que aparezcan enfermedades como sarcopenia o pérdida de masa muscular, desnutrición, desequilibrios metabólicos que ayudan aumentar los riesgos de muerte.
3.- Administración de manera oportuna y eficiente, en las dosis que corresponde de medicamentos vía enteral como antimicrobianos, analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, esteroideos, evitando la sobredosificación o la automedicación.
3.- Manejo y cuidados de dispositivos como traqueostomía garantizando una adecuada ventilación o manejo de secreciones, en la gastrostomías una adecuada administración de medicamentos dita o nutrición y en el caso de la colostomía uso adecuados de los dispositivos para el manejo de las deposiciones evitando dermatitis química, y entre todas estos lesiones perilesionales y entre otros consecuencias.
4.- Cuidados de higiene: baño en cama, silla pato o en ducha y movilización en general del paciente con enfermedades o patologías crónicas degenerativas y/o desmielinizantes que contribuyan al deterioro físico – neurológico del paciente.
5.- Cuidados de piel de acuerdo a la zona o edad del tejido como hidratación, humectación y lubricación de este órgano tan importante y delicado en pacientes crónicos con enfermedades degenerativas incapacitantes y/o discapacitarte con la finalidad de evitar puntos de presión que originen ulceras o heridas contaminadas que comprometan la vida del paciente.
3.- Reducir los riesgos a caídas, que puedan provocar accidentes que ocasionen luxaciones o fracturas.
4.- El manejo humano, sensibilizando cada manejo y/o cuidado del paciente, mejorando el confort.